Haber como empiezo... mmm... lo primero soy un ser que siente, y eso con los años se ha hecho fundamental en mi vida... porque yo siempre he pensado mucho, soy muy “pensona”... una “persona pensona” jajaja... pero sentir de verdad, lo que se dice de verdad... me pase años sin hacerlo... sufría mucho, eso si, pero sentir con todos sus delicados matices... sentir sentimientos genuinos, sanos y con conciencia plena, no lo hacia...
¿Como se vive sin sentir?... Me supongo que no se da uno cuenta de que en realidad no siente de verdad, ya que en general consideramos que cuando sufrimos mucho estamos sintiendo mucho, que somos muy sensibles... y eso en parte es verdad, pero también es mentira... Ese sufrimiento en realidad, en mi caso y en el de muchas personas, estaba tapando mi auténtica capacidad de sentir... yo era una persona bloqueada emocionalmente, llena de miedo a sufrir... y me apretaba tanto para evitar el sufrimiento, que al final sufría más que otra cosa... pero claro, realmente no me permitía sentir la vida en toda su riqueza... mi sufrimiento era el huevo que utilizaba para victimizarme y no tomar las riendas de mi vida.
El día que decidí que no quería sufrir tanto, que ya no podía más, y me decidí a buscar ayuda... ese día comenzó a cambiar mi vida...
Ahora se que soy buceadora de las aguas profundas de la conciencia... cazadora de perlas, exploradora de negras cavernas... buscadora en la vida y en la muerte...
Nacer buscadora de respuestas, que como maravillosas perlas, se esconden en las profundidades de nuestra conciencia, no es algo que puedas evitar... es una vocación, una llamada de tu alma que no puedes desoír... aunque te tapes los oídos, aunque otros te digan que es demasiada profundidad... aunque sientas en tu corazón que muchos no te entienden... Y desde luego mentiría si dijese que no me gusta ser buscadora de perlas... ¡Realmente me encanta!
Irme desentrañando... explorar el sentido de la vida... ir comprendiendo el para qué de lo que sucede a mi alrededor me resulta fascinante... y sobre todo siento como en ese bucear me voy llenando de Amor... de Vida... de Dios... que para mí son la misma cosa.
Ahora la sensación que tengo de mi vida, es la de un antes y un después de esa decisión mía de no sufrir tanto... y aunque lo percibo como un instante, realmente ha sido un proceso de años... y en ese proceso se produjo mi “despertar”, primero a una conciencia más amplia de mi misma, y después a la espiritualidad...
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