martes, 9 de julio de 2013

Profundizando...


Profundizando en eso del “despertar espiritual”... 
Yo creo, y realmente lo he experimentado por mi misma, que el objeto deseable de cualquier terapia o espacio de crecimiento personal, es “despertarnos”... ayudarnos a que nos demos cuenta de cosas que no estamos viendo en nosotros, y que nos están impidiendo crecer... y que además nos obligan a gastar mucha energía peleando con las personas y el mundo, porque cuando no nos miramos a nosotros mismos, cuando no trabajamos el autoconocimiento, nos transformamos en víctimas...
Vivir de víctima es muy desagradable, entre otras cosas porque no te sientes dueño de tu vida... porque sin darte ni cuenta, estás poniendo esa vida en manos de tus potenciales verdugos.
  • ¿Como se puede vivir una vida en la que todo “nos pasa” sin que podamos hacer nada para evitarlo? 
  • ¿Una vida en la que vamos reaccionando ante acontecimientos que no llegamos a comprender?
Para mí ese “despertar” tuvo que ver con la búsqueda de respuestas desde una perspectiva diferente a la de víctima, el papel que llevaba interpretando desde siempre... y eso poco a poco me fue llevando a tomar las riendas de mi vida.
No lo logré en un “maravilloso instante de conciencia”, ojalá hubiese sido así, lo conseguí con muchísimos de esos instantes... y el “despertar espiritual” lo que sí me proporcionó, fue sentido y fuerza interior, una especie de lucidez intuitiva... y una voluntad inquebrantable en la búsqueda del sentido de mi vida... y de la vida en general...
Separar el grano de la paja y conseguir llegar de la larga cadena de: ¿Por qué esto?, ¿Por qué lo otro?... al liberador “Para Qué”, me ha llevado años... y en este largo camino... en el que sigo... mi despertar al Espíritu me proporciona luz y aliento, y una compañía y amor inexplicables desde mi “vieja mirada”... la que tenía antes de despertar. 
Mi periodo de terapia, ahora estoy convencida de ello, fue crucial para ese despertar ... me limpió lo suficiente como para permitir que me colocase en un espacio de conciencia diferente en el que comencé a percibir otra realidad que antes no veía...
Lo que ahora vivo es el maravilloso despliegue de la vida y de mi misma como las capas de una gran cebolla... o como un gigantesco puzzle en el que todo encaja a la perfección... y que me obliga a buscar cada piececita para ir colocándola en su sitio... unas veces me siento impaciente e impotente... otras enormemente alegre y plena... a veces me equivoco,  me lío y aprendo mucho... otras veces me siento flotar de inspiración y lucidez... pero siempre, siempre, lo que siento es una gran emoción y propósito...